¿Buscas el secreto de la eterna juventud? Malas noticias… no existe o por lo menos no sabemos de su existencia. Mal que nos pese, los años pasan y sus efectos se notan en la piel, y lo único que podemos hacer es ralentizar el avance del tiempo. ¿Pero cómo hacerlo?, ¿cómo podemos tener una piel más joven? Cuidarse no solo por fuera, sino también por dentro, es la única forma de conseguir parecer más jóvenes de lo que somos y engañar al tiempo.
La alimentación sana, el mejor ingrediente para una piel joven
“Somos lo que comemos”, y por eso, tenemos que tener claro que nuestra dieta y nuestros hábitos alimentarios se notan también en nuestro aspecto exterior. No se cansan de decirnos que una dieta saludable y el ejercicio físico son esenciales para encontrarse bien, pero, ¿y si te digo que también lo son para tener una piel bonita y sana? Cuida tu piel desde el interior y notarás los efectos mucho más pronto de lo que imaginas. ¡Toma nota!
El agua, esencial para hidratar tu piel
Ponete un objetivo: dos litros de agua al día, es lo que necesitas para tener una piel hidratada y jugosa. No hace falta que te vuelvas loca a beber vasos de agua, también puedes consumir agua en forma de infusión o té. Además, el té incluye un extra de antioxidantes, lo que le hace perfecto para combatir el paso del tiempo y evitar la oxidación de las células. Eso sí, evita los refrescos, cuentan con mucho azúcar, el enemigo silencioso de tu piel. El consumo de azúcar provoca que perdamos elastina y colágeno, los ingredientes que nos ayudan a lucir una piel firme y joven. Así que… ¡guerra contra el azúcar en todas sus formas y variantes!
Vitamina C, ¡ven a mí!
La Vitamina C aumenta la producción de colágeno, la proteína que mantiene la piel tersa y libre de arrugas, eso la convierte en la proteína de la juventud. La encontrarás en los cítricos, fresas, kiwis, moras, pero también en verduras como los pimientos o el tomate.
Te sorprenderá saber que los pimientos rojos están cargaditos de Vitamina C, Vitamina B6 y carotenos. Este cóctel de vitaminas reduce y previene las arrugas, y también ayuda a luchar contra el acné. Además tiene muy poquitas calorías, por lo que también te ayuda a perder peso. ¡Larga vida al pimiento rojo!
Los probióticos, buenos para la digestión y para la piel
Seguramente te estarás preguntando qué son los probióticos. Pues bien, los probióticos son microorganismos vivos que traen multitud de beneficios para tu cuerpo, y para tu piel. Estas bacterias se encargan de regular la flora intestinal y por tanto, ayudan a eliminar toxinas, así tu piel no tendrá que ocuparse de eliminar sustancias tóxicas y tendrá mejor aspecto.
¿Y dónde están los probióticos? Principalmente en alimentos como el yogur natural y el kéfir. Así que introduce el yogur en tu lista de la compra y cuida tu piel (y tu digestión) desde ya.
Los frutos secos, sacian… ¡y ayudan a tu piel!
Típico consejo de nutricionista: comer almendras o nueces entre horas para quitar el apetito y no asaltar la máquina de vending. Pues estos frutos secos no solo te ayudarán a saciarte, sino que también te ayudarán a mantener una piel tersa, gracias a su alto contenido en Vitamina E.
Toma nota: por ejemplo las almendras tienen vitaminas A, E y F, lo que las convierte en un snack sano, con efecto antioxidante y anti-envejecimiento. Y aún hay más, gracias a su contenido en ácido fólico son buenas para prevenir el acné.
Pescado azul, hidrata desde dentro tu piel
El salmón, la sardina, el atún, la anchoa…tienes muchas opciones, y todos ellos contienen una gran cantidad de ácido graso Omega 3. El Omega 3 no lo genera el cuerpo por sí mismo y por tanto, tienes que ingerirlo a través de la dieta.
Ayuda a hidratar la piel desde dentro y combate la inflamación, el acné y las arrugas. Si quieres conservar al máximo sus propiedades y no engordar, tómalo al vapor o en el horno.
¿Quién dijo alimentos aburridos? ¡A comer chocolate!
Hay que aclarar que no vale cualquier chocolate, debes tomar chocolate negro con al menos un 70 % de cacao. Este chocolate es bueno porque contiene flavonoides, ácidos grasos y antioxidantes que te ayudan a tener una piel más bonita y joven, reducen el enrojecimiento y protegen del sol. Intenta que tenga poca cantidad de azúcar, y cuida tu piel a la vez que te das un capricho.
¿Cómo cuidar tu piel por fuera?
Uno de los grandes pilares para cuidar tu piel por fuera es hacer ejercicio. El sudor te ayuda a eliminar la suciedad del rostro y a evitar el acné. Además, reduce los niveles de estrés y te ayuda a descansar mejor durante la noche. Eso sí, ¡no olvides protegerte del sol si haces ejercicio en el exterior!
¿Otro secreto para cuidar tu piel? ¡El descanso! Es esencial que duermas siete u ocho horas para que tu piel esté más tersa y suave. Acostúmbrate a realizar tus tareas diarias contando con tu tiempo de descanso: ir al gimnasio, quedar con amigos, cenar, hacer la comida del día siguiente… planifícate para que tus horas de descanso sean inquebrantables.
Rutina básica para cuidar tu piel
Y antes de irte a la cama, y sin ninguna excepción, debes contar también con el tiempo que necesitas para cuidar tu piel diariamente. Antes de nada, debes saber qué tipo de piel tienes y buscar la línea de tratamiento más adecuada para ti.
En general, en una rutina de cuidado de la piel, limpieza e hidratación deben ser tus grandes obsesiones durante la noche:
1.Limpia: Elimina los restos de maquillaje e impurezas con una limpiadora y un desmaquillador de ojos. Si quieres limpiar en profundidad, nada mejor que un cepillo facial limpiador, que elimina más suciedad que la limpieza manual y es perfecto para pieles mixtas y grasas. Dos veces por semana exfolia tu piel con un exfoliante, para eliminar las pieles muertas y que los tratamientos sean más efectivos.
2. Mascarilla: Dos o tres veces por semana aplica una mascarilla antes de hidratar tu piel. Como cada zona de tu piel tiene zonas diferentes, apúntate al multimasking y triunfa con un tratamiento de 10.
3. Prepara tu piel para la hidratación: Aplica un sérum como este regenerador con Vitamina C. La Vitamina C es el tratamiento perfecto para la piel ¡tanto por dentro como por fuera!
4. Hidrata: para terminar, aplica una crema hidratante que te nutra durante las horas de sueño.
Por el día debes aplicar la protección solar antes de la hidratante, mínimo de factor 30. Si eres muy perezosa, mejor conseguí una crema hidratante con protección solar, ¡pero nunca dejes de protegerte!