Pensamos que las pieles jóvenes, al no tener arrugas o líneas de expresión, no necesitan ningún cuidado, pero… ¡error! Todas las pieles se merecen el mejor de los cuidados, incluso las pieles más jóvenes.
Las pieles comprendidas entre los 18 y 25 años no tienen problemas de arrugas, pero son otros los problemas a los que se enfrentan día a día: exceso de brillos, poros visibles y congestionados, y en algunos casos acné. Cuidar tu piel desde el principio con una rutina de belleza adecuada, ayudará a prolongar su juventud y mantenerla sana y bonita por más tiempo. ¡Sigue leyendo y descubre cómo!
La limpieza, ¡sin excusas!
El primer paso para una buena rutina de cuidado de la piel es la limpieza D-I-A-R-I-A. Es el punto de partida para lucir una piel bonita y sana. No hay excusas que valgan: son sólo cinco minutos para dedicarle a tu piel por la mañana y por la noche.
Tienes que tener en cuenta que no todas las pieles son iguales. Las pieles con tendencia al acné necesitan productos específicos para ellas. Si este es tu caso, tu mejor opción son las limpiadoras ligeras que eliminen el exceso de grasa, que no obstruyan el poro y que traten el acné de forma específica.
Si estás entre los 18 y los 30 años y el acné no es tu problema, te recomendamos limpiadoras con fórmulas en gel que eliminen cualquier tipo de suciedad y grasa en tu piel sin llegar a resecarla.
¿Cómo limpiar la piel?
Por la mañana, limpia tu piel con una limpiadora para afrontar todos los retos que se te presenten. Para una sensación más refrescante, utiliza agua fría: tus poros se cerrarán ¡y te despertarás del todo!
Por la noche, la limpieza es aún más importante. Ten en cuenta que durante todo el día has acumulado suciedad y grasa. Comienza tu rutina de limpieza por la noche desmaquillando bien tus ojos utilizando un desmaquillador de ojos. Después, utiliza la limpiadora con agua tibia para eliminar mejor la suciedad. El agua tibia, sin llegar a estar caliente del todo, relajará tu piel al final de la jornada. Inmediatamente tu piel quedará limpia y fresca tras de un largo día… ¿no te parece una sensación incomparable?
Para asegurarte de que retiras todos los restos de suciedad de la piel y dejas tu piel impecable, no hay nada mejor que aplicar la limpiadora con un cepillo facial, así conseguirás eliminar impurezas y restos de maquillaje. ¡Descubre cómo limpiar tu piel en profundidad para una piel perfecta!
Si eres de los que aprovechan el momento ducha para limpiar tu piel, deja la limpieza del rostro para el final. Los champús y suavizantes pueden contener siliconas o ingredientes que irritan la piel. Limpiando tu piel al final, te asegurarás de salir de la ducha con el rostro completamente limpio.
Después de limpiar tu piel, sécala con una toalla limpia presionando suavemente la piel. ¡No la arrastres! Esto puede irritar tu piel y enrojecerla. Si tu piel es grasa, puede “vengarse” generando más grasa.
Para una limpieza más profunda, ¡no olvides la exfoliación!
La exfoliación es fundamental para mantener una piel limpia, ayudando a eliminar las células muertas y favoreciendo la regeneración celular, posponiendo así la aparición de signos de la edad. ¡Descubre porqué hay que exfoliar la piel!
Utilizando un exfoliante dos o tres veces por semana después de tu limpiadora, te asegurarás de limpiar los poros en profundidad y aportar a tu piel un extra de luminosidad. Te recomendamos que utilices exfoliantes ricos en ingredientes naturales que aporten antioxidantes a tu piel, dejándola más bonita.
¿Y las mascarillas?, ¿son para ti?
¡Por supuesto que lo son! Las mascarillas potencian los beneficios de tu rutina de cuidado. Eso sí, no utilices cualquier mascarilla. Busca una mascarilla que se adapte a tu tipo de piel.Utiliza tu mascarilla de 2 a 3 veces por semana, tras tu limpiadora. Ten la precaución de no aplicar la mascarilla el mismo día que has exfoliado tu piel: aplícalas en días alternos.
Añade una sensación más refrescante utilizando tónicos
Completa tu rutina diaria de limpieza del rostro añadiendo un tónico facial tras utilizar la limpiadora, el exfoliante o la mascarilla. Con el tónico, eliminarás del todo las impurezas, refrescarás tu piel y la prepararás para los siguientes pasos. Busca uno que reduzca el aspecto de los poros y que elimine el exceso de aceite como el Tónico Facial Refrescante Botanical Effects, apto para todo tipo de pieles.
¡La piel joven también hay que hidratarla!
Tras limpiar la piel y aplicar el tónico, aplica una crema hidratante adecuada para completar tu rutina de cuidado de la piel por la mañana y por la noche.
💠Por la mañana aplica una crema hidratante con factor de protección solar: evitarás que los radicales libres procedentes del sol dañen tu piel y aceleren el proceso de envejecimiento de la piel y, además, evitarás la aparición de manchas. Ahora no las ves, pero en unos años aflorarán si no aplicas protección solar ¡desde ya!
💠Por la noche aplica una hidratante con una fórmula más ligera sin FPS y de rápida absorción. Lo ideal es que busques fórmulas en gel para no engrasar la piel.
Gracias a este paso, conseguirás una hidratación óptima en tu piel, dejando una apariencia saludable y una piel suave.
El truco está en la planificación 😉
Mantener una piel limpia y cuidada es muy sencillo, pero has de ser constante y escoger la rutina de cuidado más adecuada para tu piel.
Planifica tu rutina día a día, escogiendo qué días vas a utilizar el exfoliante y cuáles la mascarilla. Aprovecha tu “momento mascarilla” para relajarte leyendo ese libro que tienes a medias o viendo un capítulo de tu serie favorita.
Con estos sencillos consejos y trucos, tu piel joven pronto se verá más bonita y sana, para que te preocupes de lo que de verdad importa.